MUERTE SIN RESURRECCIÓN , DE ROBERTO MARTÍNEZ GUZMÁN.

SINOPSIS:

Domingo de Ramos. En el corazón de Vigo, a la una del mediodía, numerosas personas se dan cita en el interior de la Iglesia de Santa María para celebrar el inicio de la Semana Santa.
El aroma a laurel, oliva e incienso lo inunda todo, el calor es insoportable y desde el altar, el párroco se afana en explicar el significado de la pasión y muerte de Cristo dificultado por la enorme multitud que en esos momentos se concentra dentro del templo.
En un lateral, en la estricta intimidad de un confesionario, una enigmática mujer de rasgos casi perfectos explica con serenidad a un joven sacerdote la motivación que ha guiado su vida durante los últimos seis años, pero también un más que inquietante futuro próximo.

Biografía del autor

Roberto Martínez Guzmán nació en Ourense, España, en el año 1969, creciendo dentro de una familia humilde y trabajadora. Estudió secundaria en el IES Blanco Amor de Ourense, llevándolos a cabo con éxito, lo cual le permitió entrar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela. Al cuarto año, decidió abandonar sus estudios coincidiendo con el nacimiento de su hasta ahora único hijo. Es en este momento cuando entra en contacto con el mundo editorial, desarrollando su labor en el ámbito comercial durante un tiempo. En el año 2002 se incorpora al cuerpo de Funcionarios de la Xunta de Galicia, donde permanece en la actualidad. Ya en 2012, y después de darse a conocer como escritor dentro del género de no ficción, decide publicar su primera novela policíaca, "Muerte sin resurrección", permaneciendo en los primeros lugares de las listas de ventas de ebooks de Amazon España durante varios meses. Actualmente, trabaja en la que será su segunda novela y cuya publicación está prevista para el año 2013.

Fuente: www.amazon.es

Opinion personal:

Hace escasamente una semana recibí un envío muy esperado que recogí en mis manos con mucha ilusión y al que estaba deseando poder echarle el guante... Ante todo, quiero agradecer al autor , Roberto Martínez Guzmán, por tener el detalle conmigo, de enviarme su novela él mismo y encima, como si no fuera suficiente, dedicada, algo que tengo que admitir, es la primera vez que me pasa y tengo que añadir, que guardaré su libro como un regalo apreciado. Dicho esto y sin más demoras, me sumerjo en la tarea de definir mi postura frente a esta obra, que dentro del género de la novela negra, no suele ser el tipo de lectura habitual que elijo para mis ratos de ocio, no porque no me guste el género en sí, que sí me gusta, pero  suelo decantarme más por otros géneros literarios, como la novela histórica romántica, la paranormal o la de terror... El caso es que hacía bastante tiempo que no retomaba este género y la verdad es que la novela me ha sorpredido agradablemente. Ya en su momento, la sinopsis me llamó mucho la atención, motivo por el cual decidí apuntarme a la lectura conjunta que organizaba el autor, y puedo afirmar que no me he sentido decepcionada en absoluto.

Muerte sin resurrección, transcurre en un periodo de siete días, durante los cuales se celebra la Semana Santa en Ourense, y cada dia se reparte en diferentes capítulos o partes, contados  a diferentes voces en tercera persona. Las protagonistas principales de la narración  son Emma, una asesina camaleónica, capaz de situarse y adaptarse a diferentes situaciones y distintos escenarios según la oportunidad de éxito en su macabra escalada de asesinatos lo requiera, dejando tan solo una pelota de golf como firma de su autoría,  y la Inspectora Eva Santiago, la oficial del Cuerpo de Policía que sigue su pista y va tras ella , tratando de impedir que siga con sus ajusticiamientos y que desgraciadamente casi hasta el final de la narración, va un paso por detrás de Emma. 

 Emma, es una madre que lo ha perdido todo , y que tiene una cuenta pendiente con sus víctimas; todas las muertes tienen sentido para ella, y para nosotros lo tendrán al final de la historia, en el desenlace, momento en que todas las piezas  encajaran perfectamente , despejando  la causa de la venganza que Emma, sostiene contra todos aquellos que van cayendo  uno tras otro, a razón de uno por día. Todo cobra sentido según avanza la lectura, que deja saber al lector tanto como va averiguando la Inspectora de policía, y aunque no deja demasiado lugar a la sorpresa  porque todo se va desvelando según avanza la historia, convierte la obra en una lectura amena, ligera, directa , sin adornos que la entorpezcan, ágil y trepidante, con un lenguaje directo y entendible por cualquier lector sea cual sea su nivel lingüístico y gramatical. 

Lo mejor de esta obra es sin duda la trama y la buena definición y personificación de los personajes, dotados de un carácter bien definido y una personalidad bien dotada de matices. Lo peor es como decía anteriormente, que la narración directa y sin tapujos brinda de agilidad y ameniza la historia, pero al mismo tiempo, el saber en todo momento lo que va ocurriendo según sucede en el orden temporal, priva al lector del suspense que procura el desconocimiento de los hechos, de la sensación de "estar a la que salta" con el desarrollo de los acontecimientos, aunque debo remarcar que no resta calidad a la narración. 

Dos mujeres encontradas en diferentes lados de una misma situación, una con una venganza por cumplir y un motivo por desvelar, la otra , con la misión de impedir el rastro de muerte que la primera va dejando a su paso. Los personajes secundarios como el subinspector Antón, o el comisario Mínguez entre otros,  enriquecen la narración aportando diferentes visiones de una misma historia, que finalmente desvelara todos sus detalles al final de la narración. 

 Con sus poco más de doscientas páginas , Muerte sin resurrección ,  te sumerge en la historia y se vuelve un tanto adictiva. En mi caso y por motivos meramente personales, he tenido que leerla en varios dias, pero es una historia para leerla de tirón y no soltarla hasta que terminas de leerla. Mi opinión general es muy positiva y opino que es una novela muy recomendable. Si no la has leído ya.... ¿a qué esperas?